Colecciones en Red
Los primeros platos que se
conocen datan de la cerámica prehistórica en Europa caracterizada por su barro
sembrada de pequeños fragmentos de mica.
Entre los objetos de la Edad
Neolítica, los hay con dibujos, siempre lineales o geométricos. Tal es la
decoración que ostentan los famosos platos neolíticos en Ciempozuelos (Madrid)
imitando a otros igualmente decorados en el Egipto prehistórico y en lo más
primitivo de la civilización minoica o cretense, de donde acaso tomara el
modelo los primeros ceramistas hispanos.[2]
Colección Platos conmemorativos. Museo L.A.M. |
El plato tiene en el cuenco su
precedente prehistórico. En la civilización greco-romana abundan los
recipientes que por su uso, formas y aspecto pueden considerarse precursores o
inspiradores del plato, como por ejemplo la pátera romana. El la cultura
islámica el utensilio doméstico más evocador es el ataifor.
El plato y similares recipientes
aparecen en la cerámica islámica desde época temprana: los platos califales de
Medina al-Zahra (siglo X y XI).
Colección Platos conmemorativos. Museo L.A.M. |
Pero los más preciosos son los
platos conmemorativos. Recuerdan, por ejemplo, las batallas de África de finales del siglo
XIX, o la Unificación de Italia, como los que llevan la inscripción: «La guerra
está ganada», o bien «Italia libre y fuerte».
Una de las cerámicas más vivas y
especialmente rica en la producción de platos decorados, es la común a los
pobladores precoloniales, los pueblos de las tres Américas.
La cultura del plato lo ha
convertido en un lujoso objeto de adorno, presente en los mejores museos del
mundo.
A continuación compartiremos con nuestros lectores, algunos de los platos conmemorativos que conforman la colección existente en el Museo Pedagógico del L.A.M.
El Día Internacional de los Museos 2018 gira en torno a la propuesta: Museos hiperconectados: enfoques nuevos, públicos nuevos.
La tecnología permite a los museos llegar más allá de su público habitual a través de algo tan sencillo como un hashtag.
La tecnología ha cambiado nuestra forma de ver el mundo y nuestra manera de relacionarnos con el otro. Incluso, ya desde los años 60 con el surgimiento del videoarte, ha entrado a formar parte del universo artístico. Lo cierto es que forman parte de nuestro imaginario, de nuestra rutina.
La tecnología permite a los museos llegar más allá de su público habitual a través de algo tan sencillo como un hashtag.
La tecnología ha cambiado nuestra forma de ver el mundo y nuestra manera de relacionarnos con el otro. Incluso, ya desde los años 60 con el surgimiento del videoarte, ha entrado a formar parte del universo artístico. Lo cierto es que forman parte de nuestro imaginario, de nuestra rutina.
"El arte es parte de la vida y si la tecnología existe en la vida, existe en el arte". Porque "no es un mundo autónomo sino que forma parte de las dinámicas sociales", y, por eso, el trabajo de los artistas, museos e instituciones es "hablar del arte como un área más de nuestra vida".[1]
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