Al finalizar este día, la Fuerza Aérea había pasado por su Bautismo de Fuego.

El comando de la FAS, informado del ataque enemigo, apreció correctamente, que se producirían nuevas incursiones aéreas, sobre objetivos terrestres en Malvinas (radares y otras posiciones defensivas en Puerto Argentino), por parte de la aviación de la Task Force.
Antes del amanecer se ordenó a las BAM Río Gallegos, Río Grande y San Julián que, en distintos grados de apresto, se pusieran en alerta secciones armadas con misiles aire-aire Magic / Matra / Shaffrir y cañones, esperando órdenes para entrar en acción. 
A las 07:45 del 1° de mayo,  despegaron de Río Grande 2 M-5 Dagger. El combate a bajas cotas aumentaba el consumo de los Mirage III y M-5 Dagger que, sin capacidad de ser reabastecidos, quedaban sin posibilidad de regresar al continente.
Con las primeras luces, como se suponía, los Sea Harrier embarcados atacaron las BAM Malvinas y Cóndor. Ante el resultado exitoso de los primeros ataques aéreos británicos y las numerosas detecciones, visuales y electrónicas, que efectuaban los defensores argentinos de las islas. la Fuerza Aérea Sur ordenó el despegue escalonado de prácticamente el 100% de sus  aviones de combate.
Se concretaron 58 salidas de combate:
 •3 aviones derribados. 2 tripulantes fallecidos, 1 recuperado.
•1 avión, derribado por la artillería propia, piloto fallecido.
•2 aviones regresaron por inconvenientes técnicos.
•5 aviones regresaron por ser interceptados.
De los dos aviones Mirage M-III, uno de los pilotos se pudo eyectar luego de entrar en combate con un avión inglés y rozarse en vuelo con el enemigo, siendo rescatado por las fuerzas propias. El otro también entró en combate, pero al darse cuenta que su autonomía de combustible era escasa y no le permitiría regresar al continente, intentó salvar el avión entrando al espacio aéreo de Malvinas sin alcanzar a comunicarse con los controles radiales ni la artillería de defensa de la Isla para que desconectara el sistema de tiro que funciona de esta forma: ni bien ingresa un avión en zona de detección de su radar, automáticamente comienza a disparar. Y así este avión fue derribado por haber sido confundido con el enemigo que en ese preciso instante también atacaba.
De los ataques producidos por la aviación inglesa a las Islas, fue destruido un avión IA-50 Pucará en tierra. Además nuestra Fuerza Aérea perdió un avión MK-62 Canberra, desapareciendo sus dos pilotos.
Al finalizar este día, la Fuerza Aérea había pasado por su Bautismo de Fuego.
En este día ofrendaron su vida al servicio de la patria:

Capitán D. Gustavo Argentino García Cuerva
Primer Teniente D. Mario Hipólito Gonzalez
Primer Teniente D. José Leónidas Ardiles
Teniente D. Daniel Antonio Jukic
Teniente D. Eduardo Jorge Raúl de Ibañez
Cabo Principal Mario Duarte
Cabo Principal Juan Antonio Rodriguez
Cabo Primero Miguel Angel Carrizo
Cabo Primero José Alberto Maldonado
Cabo Primero José Luis Peralta
Cabo Primero Agustín Hugo Montaño
Cabo Primero Andrés Luis Brasich
Soldado Clase 62 Guillermo Ubaldo García
Soldado Clase 62 Héctor Ramón Bordón [1]



Reabastecimiento en Vuelo. Efemérides 1° de Mayo 1982



Primera misión de reabastecimiento en vuelo en la gesta de Malvinas – El día 1 de mayo de 1982, a las 8.40 despega de Río Gallegos el KC-130 H matrícula TC-70, indicativo PERRO cumpliendo con la primera misión de reabastecimiento del conflicto al asistir a cuatro A-4B de la escuadrilla TOPO.

El reabastecimiento en vuelo es un medio versátil para aumentar el alcance y la autonomía en vuelo. Se trata de una operación cotidiana realizada por aviones militares que implican una proximidad entre el avión nodriza y el receptor. Se transfiere el combustible entre las nodrizas y receptores mediante una manguera flexible y una cesta que contiene la válvula o una lanza rígida.

La relativamente baja autonomía de los aviones caza les hace necesitar de “surtidores aéreos” que les permitan alcanzar sus objetivos,  ya que al ser aviones pequeños implica un volumen interno reducido y en consecuencia una capacidad limitada de combustible que se traduce en un acotado radio de acción y autonomía. Anterior a ésta técnica, ésta labor recaía fundamentalmente en bases cercanas a las operaciones o en portaaviones que desempeñaban la misma función.

En el conflicto bélico por la recuperación de las ISLAS MALVINAS, una gran mayoría de los medios militares se ubicaron en las bases de acuerdo a la distancia a las Islas y de acuerdo a la autonomía de los sistemas de armas. Mientras los de mayor alcance fueron desplegados hacia el norte, los de menor alcance se ubicaron en las bases más australes de la Argentina. Los aviones cisterna KC-130 Hércules cumplieron con la importante tarea de brindar abastecimiento de combustible en vuelo para aquellos aviones con limitaciones de autonomía, como los Super Étendard y A-4 Skyhawk que realizaron numerosas misiones de ataque contra barcos del Reino Unido a largas distancias, recibiendo combustible en vuelo para la misión de ida y vuelta, para poder alcanzar las islas.

Se usan dos métodos diferentes para conectar un avión cisterna a una aeronave receptora: el sistema de pértiga (o percha) y receptáculo, y el sistema de sonda y cesta. Este método emplea una manguera flexible que cuelga del avión cisterna, se extiende para que el avión receptor de combustible pueda interceptarla. En el extremo de la manguera, está unida mediante una válvula, con una cesta o canasta que estabiliza la manguera y proporciona un embudo, que facilita la inserción de la sonda de la aeronave receptora.

Posteriormente, una escuadrilla de A-4B (NENE) ataca a las tropas inglesas en Monte Kent. Durante la acción, el avión del alférez Guillermo Alberto Dellepiane es alcanzado por fuego variado y se producen pérdidas de combustible que el piloto no nota. Sólo le quedan 1900 libras, pocos minutos después, su reserva es de 1100. Voló veinte minutos más y se dirigió al reabastecedor, pero el escaso combustible remanente no le alcanzó para llegar y lo informa. El piloto, Vicecomodoro Litrenta, se lanzó en su búsqueda con dirección a Malvinas; se encontraron cuando el liquidómetro del A-4B marcaba cero. Dellepiane debe conectarse al primer intento y lo logró. La importancia de la pérdida hizo que el KC-130 lo acompañara durante el regreso.

En la Sala General del Museo Aeronáutico Militar se exhibe un ejemplar de lanza y canastilla para efectuar el reabastecimiento en vuelo, utilizada en la gesta de Malvinas.




Referencias bibliográficas.

Efemérides de la Fuerza Aérea Argentina. Edición 2022

https://www.zona-militar.com


"Afirmación de los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas y Sector Antártico Sur"



La posición argentina cuenta con un amplio respaldo internacional. América Latina y el Caribe apoyan firmemente nuestros legítimos derechos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes. Dicha solidaridad se extiende también a países de otras regiones, como las 54 naciones africanas que en 2013 suscribieron la declaración de Malabo (Guinea Ecuatorial) en la que reconocieron los derechos de soberanía argentinos.

La recuperación pacífica de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, respetando el modo de vida de sus habitantes y de conformidad con el derecho internacional, constituye un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino, tal como lo establece la Cláusula Transitoria Primera de la Constitución Nacional.

Asimismo, los representantes de todas las fuerzas políticas expresaron en la Declaración de Ushuaia su posición común en defensa de los derechos argentinos en la disputa de soberanía con el Reino Unido.

La creación de la Secretaría de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes en el Atlántico Sur a fines de 2013 ilustra el firme compromiso del Gobierno nacional con la defensa de los derechos argentinos y la búsqueda de una solución pacífica a la disputa; en tanto que la inauguración el día 10 de junio del 2014, del “Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur”, constituye una clara demostración de la voluntad política de difundir entre las nuevas generaciones los sólidos argumentos que sustentan la posición nacional y recordar a los argentinos que entregaron sus vidas en defensa de las Islas.(1)

(1)https://www.mrecic.gov.ar/10-de-junio-dia-de-la-afirmacion-de-los-derechos-argentinos-sobre-las-islas-malvinas-georgias-del

Pioneros: Teniente Luis C. Candelaria - “El Paso de los Andes. El sueño de Jorge Newbery realizado"

En la Sala General del Museo del L.A.M. contamos con un espacio dedicado a recordar a los y las pioneras de la aviación argentina.Un conjunto de fotografías enmarcadas se constituyen en el marco evocativo de los mismos.

En ésta ocasión, quisiéramos recordar al Teniente Luis Candelaria, quién logro unir las localidades de Zapala (Argentina) y Cunco (Chile), en un avión Morane-Saulnier Parasol de 80 caballos de fuerza, el 13 de abril de 1918, en un tiempo de vuelo de 2 horas y 30 minutos, alcanzando los 4.000 msnm.

 El gobierno de la nación argentina le dio el título de Aviador Militar por dicha hazaña.

El Aeropuerto Internacional Teniente Luis Candelaria es el Aeropuerto Internacional de San Carlos de Bariloche, provincia de Río Negro, Argentina, lleva el nombre de éste piloto argentino que cruzó la cordillera de los Andes por primera vez en el año 1918, considerándose una hazaña para la época.

En la ciudad de Zapala la escuela primaria N°3 lleva el nombre del Teniente aviador Luis Candelaria.

A pesar de que falleció en San Miguel de Tucumán, en esta ciudad descansan sus restos, respetando los deseos del Teniente Candelaria. Su tumba tiene grabada la inscripción "13 de abril de 1918".


Luis C. Candelaria fue incorporado al Ejército y siendo teniente de Ingenieros ingresó al IV curso de la Escuela de Aviación Militar que funcionaba en El Palomar, donde inició el aprendizaje en setiembre de 1916, obteniendo el brevet de piloto internacional en septiembre de 1917.

El monoplano Morane Saulnier había sido donado en 1915  por las damas mendocinas a la Escuela de Aviación Militar.

Para este cruce, muy destacada fue la actuación del mecánico Miguel Soriano y los aprendices Juan Valentini y Ramón Jimenez, tanto en el armado como desarme del avión, arreglos y mantenimiento. Sin problemas y viajando en el mismo tren con el avión desarmado, llegaron a Zapala el 5 de abril de 1918 a las 11.30. Por la tarde de aquel día eligió “un pequeño espacio de terreno para pista en el linde norte de la población”.
Mecánico y ayudantes instalaron el hangar de lona desmontable y con peones contratados se limpió y arregló la pista.
El viento comenzó a demostrar su presencia; el mayor problema para los preparativos del cruce cordillerano y para él mismo.
“Dos cajones de nafta y uno de ricino” serían el combustible a emplear.
La cordillera del Chachil estaba a la vista y constituía el desafío.

Los habitantes zapalinos vivían el asombro del pájaro mecánico que imitaría el vuelo de águilas y cóndores tan habituales en la zona, sin imaginar el principal protagonismo que el futuro les incorporaría como testigos para la historia de la aviación en la Patagonia.
Armado el avión por Soriano y aprendices ayudantes llegaron los vuelos de prueba. La hélice era de madera argentina, petiribí, construida en los talleres de la Escuela de Aviación y el “rotativo Rhone 80 HP cuyo juego de bielas y pistones también de construcción nacional (Casa Mariscal Hnos) y de los nueve cilindros que tiene en uso el avión, sólo seis le son propios”.
Llegó el día.
“Los tanques cargados para cuatro horas de vuelo (130 libros de nafta y 36 litros de aceite de ricino” y, además, “en el cajón trasero herramientas para las reparaciones más inmediatas, repuestos indispensables,el famoso mapa de Ludwig, un buen barógrafo registrador en marcha con su cinta barográfica y un pequeño botiquín. Frente al asiento: reloj contador de revoluciones, altímetro y brújula”.
No tuvo termómetro.
El 13 de abril de 1918 surgió la decisión. Había nevado.
El aparato estaba en la pista, Candelaria no escuchó consejos de postergar la partida. Probó el motor. Satisfecho.
Al oído le dijo a Soriano: “Buscame en la cordillera”, eran las 15.30.
Fueron apareciendo las elevaciones cerro Canzino, su similar Carrere en la cordillera del Chachil, lago Aluminé y cerro Pichilloncolo.




Vio el volcán Llaima con “columnas de humo” y luego del cruce cordillerano, ya en Chile, lagos Icalma y Hueyeltue, Sierra Nevada y cordillera de Irrampe.
En algunos momentos voló a más de 4.000 metros de altura.
Buscó lugar para aterrizar.
Divisó un caserío “entre bosques y pequeños charcos de agua”.
Comenzó a volar en círculos y decidió el aterrizaje en “terreno que resultó pequeño y limitado por un arroyo barrancoso a la izquierda”, llevándose por delante un corral que “cedió rompiéndose sus maderos y la hélice con estruendo, mientras que el Parasol en obligada acrobacia, se daba vuelta en el aire”.
Tuvo suerte: algunos rasguños en las manos y “dolorida la rodilla derecha que le sangraba”. Se hicieron presentes un carabinero y un misionero y estrechó la mano de Eustaquio Astudillo preguntándole donde estaba: “En Cunco, señor”. Desde Zapala, con su primer avión y piloto, la travesía de los Andes se había concretado.

Al regreso a Buenos Aires por tren y desde estación Retiro fue llevado en andas hasta el Círculo Militar donde se lo agasajó.
Las más destacadas publicaciones periodísticas del país se refirieron a la hazaña aérea de Luis C. Candelaria, lo mismo que otras como “Flores del Campo” de Viedma que en edición de 18/4/1918 expresaba

“El Paso de los Andes. El sueño de Jorge Newbery acaba de ser realizado.
Un teniente de nuestro ejército, Luis C. Candelaria, ha recorrido la ruta estupenda, consumando una hazaña realmente magnífica: la tentativa malograda de varios animosos antecesores.
La emocionante aventura produce en todas partes la impresión consiguiente.
Se considera que el raid del teniente Candelaria constituye una de las páginas más bellas, si no la más bella, de cuantas han llenado hasta aquí los conquistadores del aire en su noble afán por alzar el dominio del hombre hasta el seno majestuoso de lo inaccesible”.


Bibliografía:
Revista Zapala 8340. Recuperado 20.12.2020