Visita al Museo Nacional de Malvinas

 "Recordar la Guerra, para Sostener la Paz"

El año 1995 marca el inicio de la existencia del Museo Nacional de Malvinas de la ciudad de Oliva. Un proyecto que responde al trabajo constante de un grupo de personas, cuyos principales responsables son Gabriel Fioni y Dino Torti. 
No se debe a la casualidad que una obra semejante tenga su nacimiento en aquella ciudad cordobesa. Tres habitantes suyos, uno de cada arma, cayeron en la contienda: Primer Teniente Carlos Castillo (Fuerza Aérea), Sargento Ayudante Néstor Ochoa (Ejército) y Cabo Principal Antonio Arce (Armada). Según Gabriel Fioni, "la presencia del Museo Nacional de Malvinas en Oliva es un homenaje conjunto a los héroes de nuestras Fuerzas Armadas, que lucharon en el Atlántico sur".[1]

La relación con Malvinas se remonta a 1984, cuando Gabriel Fioni, en aquel entonces un chico de trece años de edad, comenzó a escribir a los familiares de los caídos. La correspondencia continuó a lo largo de diez años. En todo ese tiempo, y gracias al contacto establecido con aquellos y con ex combatientes, fue recibiendo la donación de elementos personales de muchos de los que estuvieron en el campo de batalla. "Fue tanto el material que logré juntar que se me ocurrió la idea de crear un museo, para que todos esos objetos pudieran ser vistos por la gente", comenta Gabriel Fioni. 


Recurrió a su amigo Dino Torti, presidente del aeroclub, y ambos iniciaron en agosto de 1995 los contactos necesarios con los organismos locales y las Fuerzas Armadas para la aprobación del proyecto y encontrar el apoyo que necesitaban.

Con Ferrocarriles Argentinos firmaron un convenio para la futura construcción de la obra, en el predio de cuatro mil metros que esta empresa posee sobre la ruta nacional número nueve. 

Las autoridades de Fuerza Aérea por su lado, demostraron entusiasmo por el emprendimiento, colaborando con la entrega de material de rezago existente en las distintas unidades del país. Poco a poco el inventario se fue incrementando y la necesidad de entregar al público aquel fragmento de nuestra historia que se iba construyendo a través de esos materiales, no se hizo esperar.[2]

El Museo Nacional de Malvinas de Oliva, Córdoba, se ha convertido en un lugar de peregrinaje para veteranos y familiares. Vienen a reencontrarse con sus historias de Malvinas y los familiares con las historias de sus deudos. Estas palabras en boca del presidente de la institución, Gabriel Fioni, nos introducen en lo que se siente al llegar a esa pequeña localidad cordobesa.[3]
El día 7 de Junio, junto al Subdirector del L.A.M. Com. Jorge Daniel Lesta, la Jefa de Museo Primer Teniente Andrea Bracamonte, la Lic. Susana Moreno; y el grupo de cadetes que conforman la Brigada Museo, tuvimos el honor de conocer éste Museo. 
Fuimos recibidos por Gabriel Fioni, quién nos relató numerosas y emotivas historias de nuestros héroes, veteranos. Así como,  señaló aquellos gestos generosos de los familiares de los caídos en Malvinas que entregaron a éste Museo, los objetos de valor que conservaban de sus seres queridos, que habían participado en el conflicto del Atlántico Sur.

Destacada compañera de Gabriel, en éste gran sueño que se fue haciendo realidad a través del tiempo, la perseverancia y no perder nunca el objetivo inicial fue y continúa siéndolo: su esposa. Como docente acompañó en ésta tarde a un grupo de niños y niñas del  jardín de infantes a su cargo.

Los pequeñitos también compartieron un momento con nosotros.
Por último, mencionaremos que el cuadro entregado por la Brigada Museo L.A.M. formará parte del patrimonio que alberga el Museo de Malvinas, en Oliva, CÓRDOBA.




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