Primera misión de reabastecimiento en
vuelo en la gesta de Malvinas – El día 1 de mayo de 1982, a las 8.40 despega de
Río Gallegos el KC-130 H matrícula TC-70, indicativo PERRO cumpliendo con la
primera misión de reabastecimiento del conflicto al asistir a cuatro A-4B de la
escuadrilla TOPO.
El reabastecimiento en vuelo es un
medio versátil para aumentar el alcance y la autonomía en vuelo. Se trata de
una operación cotidiana realizada por aviones militares que implican una
proximidad entre el avión nodriza y el receptor. Se transfiere el combustible
entre las nodrizas y receptores mediante una manguera flexible y una cesta que
contiene la válvula o una lanza rígida.
La relativamente baja autonomía de
los aviones caza les hace necesitar de “surtidores aéreos” que les permitan
alcanzar sus objetivos, ya que al ser
aviones pequeños implica un volumen interno reducido y en consecuencia una
capacidad limitada de combustible que se traduce en un acotado radio de acción
y autonomía. Anterior a ésta técnica, ésta labor recaía fundamentalmente en
bases cercanas a las operaciones o en portaaviones que desempeñaban la misma
función.
En el conflicto bélico por la
recuperación de las ISLAS MALVINAS, una gran mayoría de los medios militares se
ubicaron en las bases de acuerdo a la distancia a las Islas y de acuerdo a la
autonomía de los sistemas de armas. Mientras los de mayor alcance fueron
desplegados hacia el norte, los de menor alcance se ubicaron en las bases más
australes de la Argentina. Los aviones cisterna KC-130 Hércules cumplieron con
la importante tarea de brindar abastecimiento de combustible en vuelo para
aquellos aviones con limitaciones de autonomía, como los Super Étendard y A-4
Skyhawk que realizaron numerosas misiones de ataque contra barcos del Reino
Unido a largas distancias, recibiendo combustible en vuelo para la misión de
ida y vuelta, para poder alcanzar las islas.
Se usan dos métodos diferentes para
conectar un avión cisterna a una aeronave receptora: el sistema de pértiga (o
percha) y receptáculo, y el sistema de sonda y cesta. Este método emplea una
manguera flexible que cuelga del avión cisterna, se extiende para que el avión
receptor de combustible pueda interceptarla. En el extremo de la manguera, está
unida mediante una válvula, con una cesta o canasta que estabiliza la manguera
y proporciona un embudo, que facilita la inserción de la sonda de la aeronave
receptora.
Posteriormente, una escuadrilla de
A-4B (NENE) ataca a las tropas inglesas en Monte Kent. Durante la acción, el
avión del alférez Guillermo Alberto Dellepiane es alcanzado por fuego variado y
se producen pérdidas de combustible que el piloto no nota. Sólo le quedan 1900
libras, pocos minutos después, su reserva es de 1100. Voló veinte minutos más y
se dirigió al reabastecedor, pero el escaso combustible remanente no le alcanzó
para llegar y lo informa. El piloto, Vicecomodoro Litrenta, se lanzó en su
búsqueda con dirección a Malvinas; se encontraron cuando el liquidómetro del
A-4B marcaba cero. Dellepiane debe conectarse al primer intento y lo logró. La
importancia de la pérdida hizo que el KC-130 lo acompañara durante el regreso.
En la Sala General del Museo
Aeronáutico Militar se exhibe un ejemplar de lanza y canastilla para efectuar
el reabastecimiento en vuelo, utilizada en la gesta de Malvinas.
Referencias bibliográficas.
Efemérides de la Fuerza Aérea Argentina. Edición 2022
https://www.zona-militar.com
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